Congregación religiosa fundada en Roccalumera por los Siervos de Dios Francisco Maria de Francia y Verónica Briguglio, está presente actualmente en Italia, Polonia, Slovacchia y Colombia: Riohacha, Mogotes(S.S.), Medellìn y Bogotà.

viernes, 31 de julio de 2009

Junioras en Colombia!

Los días 24,25 y 26 de julio nos encontramos las junioras nuevamente esta vez en La Guajira en la casa de encuentros “Betania” cerca de Riohacha, un lugar donde reina el silencio y calma.
Es el primer encuentro con nuestra maestra la hermana Rosalinda Oteri, éste se inició con una breve charla sobre la vida consagrada, dada por el Padre Diego Silva, vicario de la Diócesis de Riohacha y la labor que hemos venido realizando en nuestras fraternidades, recordamos el Decreto “ Perfectae Caritatis” de Vaticano II sobre la adecuada renovación de la vida religiosa, la formación y la vivencia de los votos en el seguimiento de Cristo , aunque nos falto un poco más de tiempo para profundizarlo y compartirlo, por otra parte nos renovamos con la Encíclica “Caritas in Veritate” escrita por nuestro Papa Benedicto XVI, que nos habla sobre las realidades culturales, sociales, económicas, cuyo principal llamado al mundo es la caridad con la verdad como una necesidad para la realidad actual.
De manera que nosotras como religiosas nos vemos impulsadas a estar actualizadas para dar respuesta a las exigencias de nuestro entorno, en nuestra labor cotidiana con los niños y sus familias disfuncionales; como las necesidades más urgentes, seguiendo el ejemplo de nuestros fundadores Padre Francisco María de Francia y Madre Verónica.
Después invitamos a la hermana Monika para darle la bienvenida como misionera en Colombia, fuimos al municipio de “Manaure” donde se explota la riqueza desde el mar Caribe en La Guajira: la sal. Vimos su tratamiento y refinación y transporte.
Seguidamente hicimos una corta visita a Dibulla, como un signo de entrega de tesoros; "los niños del internado" despedida de la hermana Elieth y bienvenida de la hermana Monika.
Así estamos unidas en oración renovadas espiritualmente, para ser luz y sal en nuestro mundo del cual estamos comprometidas por amor a Cristo.
Las junioras

miércoles, 29 de julio de 2009

Una visita con sabor a misión

ABRUZZO En el reciente viaje a Italia, la hermana Marciana Mocciaro, misionera en Colombia desde hace treinta anos, acompañada por la hermana Alba Lombardo del secretariado para las misiones, visitó a los hermanos Capuchinos de la provincia de Abruzzo, que en el lejano 1979 recibieron a las primeras hermanas (entre las cuales Hna. Marciana) a su llegada a la Guajira colombiana. Fue un encuentro entre personas que han mantenido encendida la llama del celo por la misión, que entregaron muchos años de servicio desinteresado por el anuncio del Evangelio en medio a los hermanos necesitados, que experimentaron fatigas afrontadas con optimismo y amor y dificultades vividas con alegría, sabiendo que llevaban “un tesoro en vasijas de barro” (2 Cor 4,7).
A causa de su edad y también de una que otra enfermedad, la mayor parte de estos hermanos viven en la “calma de la tarde”, pero claramente se alegran de recibir noticias frescas de la tierra donde gastaron sus jóvenes energías y de encontrarse con la hermana Marciana que una vez más regresa a Colombia a continuar su misión.
Las hermanas fueron acompañadas por el P. Marcelo Graziosi, que en el pasado mes de junio estuvo en Riohacha en el funeral de Monseñor Libio Reginaldo, tanto el uno como el otro potentes figuras de misioneros que vivieron su ministerio al servicio de la reevangelización; en el recorrido pasaron también por la tumba del P. Carmelo Sciore quien ya goza del encuentro con el Padre Celestial.
Será una alegría para quienes los conocen, volverlos a ver en estas fotos

sábado, 25 de julio de 2009

Retiro vocacional en Polonia

BIESZCZADY, Polonia El retiro vocacional dirigido por nuestras hermanas Magdalena Sitkowska, Agnese Maria Pilska y fray Pedro Wrotniak, se realizó en Polonia en las montañas orientales de Bieszczady en un clima de franciscana Leticia y sencillez. Centrado en la conversión de S. Francisco, dio la posibilidad a las jóvenes participantes de conocer su figura y de acercarse a su experiencia de Dios. El centro de cada jornada fue la celebración de la Eucaristía que encerraba en sí la vivencia fraterna y permitía de dirigir al Señor un profundo agradecimiento por el don de Su presencia entre ellos, por la belleza de la creación, por la riqueza de estar juntos, por las intuiciones interiores que el Espíritu suscitaba en los momentos de oración personal y comunitaria y por la alegría de los cantos y los juegos que recreaban el cuerpo y el alma. En los testimonios que las jóvenes dejaron al final de los ejercicios, se puede notar que esta experiencia dejó un signo del paso de Dios por sus vidas; oremos para que sepan custodiar y reforzar su relación con Dios a través de la Palabra y, descubriendo su vocación den una respuesta pronta y generosa de modo que el retiro no se quede solamente en un bonito recuerdo, sino que también incida en sus vidas y en las decisiones que tomarán.

viernes, 24 de julio de 2009

Gracias mi Dios por tanta bondad.

Gracias, gracias, gracias... le doy a mi Dios por este momento tan especial que me concedió, es decir, el haber podido ir a Italia a encontrarme con mis hermanas. Fue un tiempo de gracia, en el cual pude darme cuenta de lo grande que es su Amor. Me regresé a Colombia con la esperanza y el deseo de un cambio personal, que me ayude a ver todo con los ojos de Dios, con esperanza, entrega y amor, sin pedir nada a cambio. Quiero poder ver en mis hermanas el verdadero rostro de Cristo y aceptarlas tal y como son, asi como las logra ver el Señor. Gracias a todas las hermanas que con su ejemplo de servicio y amor, me permitieron creer en mi Comunidad y esperar contra toda esperanza. Oremos las unas por las otras y que sean nuestros Fundadores a guiarnos y a indicarnos las mejores decisiones, para que nuestra Comunidad crezca en el número, pero sobre todo en la unidad y la virtud. Las amo mucho.
Hna. Leonor

martes, 14 de julio de 2009

Un momento di nuove speranze

NICOLOSI, Italia Los primeros días de nuestro Capitulo de las esteras estuvimos empeñadas en la reflexión sobre cómo estamos viviendo nuestro Carisma, vimos la situación actual de la Congregación y la necesidad que tenemos de volver siempre a radicarnos en el Corazón de Cristo que debe ser nuestra morada habitual. Sucesivamente nos detuvimos en el análisis de la expresión del Carisma en las diferentes obras que se han llevado a cabo y en las que actualmente se realizan en el Instituto.
En asamblea compartimos la alegría de ver cómo nuestro carisma tuvo la fuerza para pasar las fronteras de Italia y extenderse hacia Colombia, Polonia y Eslovaquia. En clima de familia pudimos manifestar las dificultades que frenan su desarrollo y nuestra perplejidad cuando constatamos que por querer responder a tanta pobreza que se encuentra en los lugares donde estamos, esto particularmente en la delegación de Colombia, se penaliza la vida fraterna.
Tuvimos momentos fuertes de comunión también en la recreación que nos reunió para gozar de la interculturalidad; la riqueza y la unidad en la diversidad abrió el corazón y los horizontes de quienes fueron dóciles a la participación y al mutuo compartir.
Dando una mirada de conjunto a los días transcurridos en nuestra casa de espiritualidad, nos damos cuenta de que el Señor permitió esta reunión que fue como una sacudida que nos infunde nueva vitalidad y nuevas esperanzas y nos lanza con ánimo a nuestras fraternidades. Somos concientes de que no es fácil poner en pràctica nuestros propósitos, pero queremos retar la fatiga de la mutua aceptación y mantener viva la llama de la fidelidad; en esto nos ayuda la oración reciproca que surgió también como fruto de la asamblea. Se despiertan en todas nosotras sentimientos de gratitud primero que todo hacia Dios, autor de todo bien y hacia las hermanas que prepararon la acogida, las conferencias, la liturgia, la logística, la recreación. Regresamos a nuestras comunidades motivadas fuertemente por el deseo de mantener despierto el don que nos dejaron nuestros Fundadores, convencidas de que, adornando cotidianamente nuestras pequeñas acciones con la caridad y la humildad, nuestra vida fraterna podrá ser de verdad vida evangélica, que transparenta la presencia del Misericordioso entre nosotras.