Con gratitud: Hnas. Fraternidad de Bogotá
Ser hermana capuchina con votos temporales o perpetuos, me exige lo mismo: transparencia del amor de Dios en medio de quienes me rodean, aún con los sentimientos de impotencia , alegría , ingratitud, esfuerzo, perseverancia o miedo, que nos acompañan como seres humanos, pero se puede ser otra Cristo a donde vaya, esa es mi tarea y mi regalo. Como comunidad de hermanas; Bendito Dios tenemos ahora dos hermanas mas, Yosira y Sandra, de quienes he aprendido a renovar virtudes como la alegría, el amor primero, y la confianza del abandono en Aquel que nos seduce, ellas emitieron sus votos el pasado 12 de diciembre, con el entusiasmo y novedad de ser las prometidas del Señor de los Cielos, cantamos en la celebración Eucarística: “Mi amado es para mí y yo soy para mi amado”, me hace pensar en la pertenencia y total a la que nos entregamos, que seamos entonces diariamente radicales en esta entrega para transparentar el Amor de Dios a quienes nos necesitan.
Hna. Luz Esperanza